Un enorme saludo a todo el ecosistema de la plataforma Hive, incluida a toda la comunidad de full deportes; espero estén teniendo un día maravilloso.

En el día de hoy les comparto un poco de mi entrenamiento en su segundo capítulo; una continuación de mi viaje en la calistenia, donde les muestro algunas partes de mis entrenamientos. Este capítulo es especial porque refleja la realidad de muchos atletas: no todos los días son iguales, y a veces, las dificultades personales pueden afectar nuestro rendimiento. Sin embargo, la clave está en perseverar y encontrar la motivación para seguir adelante.

La verdad, el día de hoy no me sentía nada bien porque tuve un fin de semana muy atareado; el cansancio físico y mental se hicieron presentes desde el inicio de la sesión. Sentía que el entrenamiento sería algo complicado; cada movimiento requería un esfuerzo adicional, y la concentración no era la misma de siempre. Pero aun así me siento feliz de haberlo terminado, porque a pesar de las adversidades, logré completar mi rutina y superar mis propios límites.

Realicé full planche e incluso algunos presses de tucked planche; ejercicios que exigen una mayor fuerza, equilibrio y control. Cada repetición fue un desafío, pero la satisfacción de lograrlo fue aún mayor. Sentí una conexión profunda con mi cuerpo; una sensación de poder y superación que me impulsó a seguir adelante. Este entrenamiento me demostró que la calistenia no solo se trata de fuerza física, sino también de fortaleza mental y emocional.

En este segundo capítulo, quiero transmitirles la importancia de escuchar a nuestro cuerpo; de reconocer nuestras limitaciones y de adaptar nuestros entrenamientos a nuestras necesidades. No siempre podemos rendir al máximo; y está bien tomarse un descanso o modificar la intensidad de los ejercicios. Lo importante es mantener la constancia y la disciplina; y celebrar cada logro como una victoria personal.

Eso sería todo en la publicación de hoy, muchas gracias por el apoyo. Hasta luego.