Mi Diario Actifit: 13 septiembre 2023 // My Actifit Report Card: September 13 2023

Hola, querido hiver.

Mi introducción de hoy es breve. Debo terminar de preparar el contenido del curso sobre Hive que te decía ayer y luego llevaré a Rocky a la clínica veterinaria para la revisión del tratamiento que le pusieron para la dermatitis. Mañana te contaré cómo ha ido todo.

Cita estoica del día

Pero son las cosas las que son temibles para cada uno, y cuando alguien puede proveérselas o arrebatárselas a uno, entonces es cuando ese se vuelve temible. ¿Cómo, entonces, se destruye una fortaleza? No por el hierro ni por el fuego, sino por las opiniones… Por aquí hay que empezar y desde aquí hay que abatir la fortaleza; expulsar a los tiranos.

Epicteto.

Mi reflexión

Me gusta este concepto de fortaleza interior como ese reducto casi inexpugnable en el que todos refugiamos a nuestro espíritu. Y digo casi con toda la intención. Verás, cuando pienso en este tema recuerdo siempre la anécdota que provocó el fin de la guerra de Troya, en concreto el episodio del caballo.

Por si no lo conoces, te lo resumo en pocas palabras: Los griegos no conseguían de ninguna de las maneras entrar en Troya. Tras diez años de una desgastante guerra, se les ocurrió desaparecer de la vista de la ciudad y presentar ante sus puertas una monumental estructura de madera en forma de caballo, cuyo vientre escondía a sus mejores hombres. Un griego se hizo pasar por traidor y les convenció de que sus compatriotas se habían rendido y regresaban a su ciudad, dejando como ofrenda a los dioses ese caballo. Los troyanos se confiaron y metieron el caballo dentro. El resto te lo puedes imaginar: supuso el fin de la ciudad y su desaparición hasta hace siglo y medio.

A los troyanos les pudieron su ego y las ganas de salir victoriosos de la guerra a pesar de que no lo mereciesen en el campo de batalla. Quisieron creer en la rendición de su enemigo pero no la comprobaron. Para más inri, se fiaron de las palabras de un traidor a los suyos. ¿Qué les garantizaba que nos les traicionase a ellos también?

En ciertos momentos de mi vida he sido como aquellos troyanos, confiando en quien no daba muestra alguna de merecer mi amistad. Abrí las puertas de mi fortaleza interior a quien pagó con traición. Fue mi responsabilidad abrir ese cerrojo, ser incauta y no protegerme. Por fortuna he podido reconstruirme de nuevo y no permití quedarme sepultada por milenios.

Mi fortaleza interior es lo más valioso que poseo. Acepto invitados y visitantes, pero mantengo la guardia bien adiestrada para detectar cualquier movimiento sospechoso. Y ya no vacilo en despedir de mi lado a quien no merece estar, pues conozco la gravedad de las consecuencias que podría acarrear. Ahora mi fortaleza es mi refugio inexpugnable.

Bitácora del día

Por la mañana: compras y labores domésticas, curación de contenidos, ultimar detalles de la clase que doy sobre Ecency.

Por la tarde: clase sobre el uso de Ecency, ir a la revisión veterinaria, curación de contenidos, tareas variadas de Hive, paseo con el perrito.

Aviso: Todo lo publicado en este post es de mi autoría, excepto los elementos en los que doy crédito a su/s autor/es. Por tanto, en caso de plagio o difusión sin mi permiso, ejerceré mis derechos de autor si así lo estimo oportuno.
Realizo mis fotografías con mi móvil iPhone, las edito en el editor de fotos de Mac y con la versión gratuita de la aplicación PicsArt.

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Hi, dear hiver.

My introduction today is brief. I have to finish preparing the content of the Hive course I told you about yesterday and then I will take Rocky to the vet clinic for a review of his dermatitis treatment. Tomorrow I will let you know how it went.

Stoic quote of the day

But it is things that are fearful to each one, and when someone can provide them or take them away from one, then that is when he becomes fearful. How, then, does one destroy a fortress? Not by iron, not by fire, but by opinions... This is where we must begin, and from here we must pull down the fortress; we must drive out the tyrants.

Epictetus.

My reflection

I like this concept of inner fortress as that almost impregnable redoubt in which we all shelter our spirit. And I say almost with full intention. You see, when I think about this subject I always remember the anecdote that brought about the end of the Trojan War, specifically the episode of the horse.

In case you don't know it, I'll sum it up in a few words: The Greeks couldn't get into Troy at all. After ten years of a gruelling war, it occurred to them to disappear from sight of the city and to present before its gates a monumental wooden structure in the shape of a horse, the belly of which concealed their best men. A Greek posed as a traitor and convinced them that his countrymen had surrendered and were returning to their city, leaving the horse as an offering to the gods. The Trojans got complacent and put the horse inside. You can imagine the rest: it meant the end of the city and its disappearance until a century and a half ago.

The Trojans were overcome by their ego and their desire to emerge victorious from the war even though they did not deserve it on the battlefield. They wanted to believe in their enemy's surrender but did not verify it. To make matters worse, they trusted the words of a traitor to their own. What guarantee did they have that he would not betray them as well?

At certain times in my life I have been like those Trojans, trusting those who showed no sign of deserving my friendship. I opened the gates of my inner fortress to one who paid with betrayal. It was my responsibility to open that lock, to be unwary and not protect myself. Fortunately I have been able to rebuild myself again and did not allow myself to be buried for millennia.

My inner strength is the most valuable thing I possess. I welcome guests and visitors, but I keep my guard up to detect any suspicious movements. And I no longer hesitate to dismiss from my side anyone who does not deserve to be there, for I know how serious the consequences could be. My fortress is now my impregnable refuge.

Log of the day

Morning: shopping and housework, content curation, finalising details of the class I'm teaching on Ecency.

Afternoon: lesson on how to use Ecency, go to vet check, content curation, various Hive tasks, walk with the puppy.

Notice: Everything published in this post is of my authorship, except for the elements in which I give credit to its author/s. Therefore, in case of plagiarism or dissemination without my permission, I will exercise my copyright if I deem it appropriate.
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