Tarjeta Roja al Racismo ⚽⚾🏀🏐🏈⛳🥊
Algunos pensarán que es una agenda, otros prefieren adjudicárselo a la llamada generación de cristal, otros prefieren negar que existe el problema, sin embargo, el deporte está cambiando y los insultos xenófobos, racistas, homófobos siguen formando parte del deporte en general, algo que algunos dirigentes dicen querer cambiar, otros dicen es parte de la cultura deportiva y a otros parece simplemente no interesarles.
Esta semana el tema de los insultos dentro de los estadios toca al Futbol tras una polémica con el jugador del Real Madrid Vinicius Jr. quien recibiese insultas racistas en el pasado partido contra el Valencia C.F; Pero esto no es algo nuevo, simplemente que al ser el futbol el deporte más grande y que más espectadores y fanáticos abarca, resulta también más fácil evidenciar la problemática que lleva años golpeando al deporte.
Michael Jackson - They Don’t Care About Us (Brazil Version) (Official Video)
Antes de iniciar un poco de historia, cuando estaba en Venezuela era hincha de un equipo actualmente desaparecido, pero tuve la oportunidad de hacer amistad y conocer hinchas de las múltiples barras que había en Venezuela fueran de muchos o pocos aficionados. Me atrevo a aseverar que Venezuela es uno de los países más xenófobos, racistas, clasistas y homófobos en el ámbito deportivo, y a las pruebas me remito, pasando desde decirle a los Tachirenses Colombianos, a los fanáticos de algún equipo de Valencia llamaros «Maricones», asegurar que los llaneros cogen burras y cientos de ofensas más, que no se quedan en el Futbol y son comunes en el baloncesto y beisbol también.
Como barrista, recuerdo una época en donde la contratación estrella del equipo, y aún lo recuerdo Heiber Díaz, no marcaba un solo gol y los insultos no paraban de caer de parte de nosotros por la frustración que nos generaban los malos resultados, recuerdo que más que con el equipo las críticas iban para Heiber y la directiva; Durante una tarde al llegar al estadio con la gente de la barra vimos a una persona correr, y tras acercarnos nos dijo que la querían robar, la dejamos con el grupo y acompañamos al estadio, pasado el partido la vimos salir con Heiber y aunque la relación seguía rota, recuerdo que se acercó a nosotros nos agradeció por acompañar a su mujer y se marchó, lo más sorprendente llegaría un rato después cuando nos íbamos, al ver que iba caminando junto a ella y a pesar de ser un jugador profesional se fue en el Metro de Caracas como la mayoría de nosotros, en ese momento para mi Heiber dejo de ser «un muerto que no le hacía gol al arcoíris» y entendí que era un ser humano como cualquier otro.
Fue la última vez que insulte a un jugador de cualquier equipo, incluso si de gritarle a un televisor se trata, porque al menos yo entendí que si Ronaldo y Messi dentro del campo se insultan es tema de ellos, no me corresponde a mí como fanático tomar partido y mucho menos llegar al insulto contra otra persona en el ámbito deportivo.
Mensajes recopilados de distintas redes sociales, los nombres de usuarios fueron borrados por respeto a los usuarios. Personalmente, no estoy de acuerdo con ninguno de estos comentarios.
Lo que le ocurrió a Vinicius Jr. nuevamente en un estadio de España no debería de ocurrir y el mayor problema es que sigue ocurriendo, parece que la sociedad tiene normalizado el insulto como parte del espectáculo deportivo y su argumento pareciese remontarse a la barbaridad del coliseo Romano donde todo era válido mientras estuvieses en las tribunas observando a los gladiadores, insultos, escupitajos y hasta orinarte en ellos si tenías la oportunidad.
La FIFA lleva unos cinco años intentando domesticar basándose en sanciones a la afición Mexicana para evitar el grito de ¡Eh, Puto!, caracteristico de esta selección cuando los rivales hacen un saque de portería, y aunque los mexicanos se justifican diciendo que no lo hacen de forma peyorativa y que es parte del folklore, no son pocas las personas que prefieren que este tipo de actos se erradiquen del futbol, pues dan pie a permitir el insulto.
Si pasase solo con Vinicius y en Europa no me sorprendería, pero en Europa ocurrió con Mario Balotelli, Samuel Etto, burlas a James Rodríguez por ser tartamudo, o los insultos a Éric Abidal, mientras en Latinoamérica pasa con jugadores como Ricardo Ade de liga de Quito, Romulo Otero también sufrió estos episodios e incluso entre Colombianos donde llamar esclavo era tipico para ciertos jugadores.
Me gustaría realmente que esto fuese algo exclusivo del futbol, pero se ha llegado a ver con el paso del tiempo a través de distintos deportes, como las distintas denuncias por racismo para Tiger Woods en el mundo del Golf, las denuncias por racismo y xenofobias contra la WWE para la Lucha, las denuncias de las hermanas Williams o Naomi Osaka en el Tenis, hace poco también lo sufrió LeBron James cuando le llamaban King Kong a pesar de ser un deporte donde la mayoría son personas afro y en su momento Dennis Rodman en la NBA, escándalos racistas constantes en la NFL y el popular caso de Jackie Robinson en la MLB. Ni hablar de los casos de homofobia contra Gareth Thomas o el chileno Daniel Arcos, jugadores de Rugby y Baloncesto respectivamente, y si hablamos de otros caso solo hay que ver la enorme cantidad de insultos y falta de respeto para los deportistas durante el ultimo Ramadán.
Salvando las distancias, esta problemática no es nueva y no es que las nuevas generaciones tienen menos tolerancia, es el hecho de que los espectadores consideran folklórico el insultar de cualquier forma a otros solo por rivalidad o disconformidad, y aunque un deportista cobre por jugar y practicar un deporte, no está incluido el tener que aguantar insultos e ignorarlos, aunque existan psicólogos deportivos que se encargan de intentar que estas faltas de respeto afecten menos, es una problemática que se debe erradicar de cualquier deporte.
Las normativas han cambiado en lo deportivo, se sancionan celebraciones, se sancionan gestos y hasta como los deportistas comentan ciertas cosas a la prensa, exigimos que los deportistas de alto nivel sean un ejemplo para aquellos niños que los tienen como referentes y que deben comportarse como personas ejemplares, sin embargo, pareciese que está permitido ofenderles y atacarlos, pues es el deber de ellos no emitir una respuesta.
Hay tres actores en esta película y para acabar con esta problemática tenemos que caminar todos en la misma dirección, fanáticos, jugadores y directivas, mientras que no exista un consenso entre las partes para condenar el racismo y cualquier ataque de este tipo, no emitirá un verdadero avance en la erradicación de este problema.
Los jugadores deben comprender que no se debe aceptar que nadie desde fuera de un campo, sea un directivo, periodista o fanático insulte a un compañero o rival, se debe condenar inmediatamente esta práctica y si es necesario acabar con el espectáculo hasta que se sancione debidamente; Aunque dañe lo económico, los horarios y afecta a los equipos, las directivas deben aplicar y entender las sanciones pertinentes y que sean necesarias para combatir este tipo de actos, ya sea con retiro de puntos, sanciones económicas y hasta prohibir el uso de los estadios, todo en pro de desestimar que estas prácticas se normalicen.
Por último, los que somos fanáticos de cualquier deporte, debemos entender que sin importar el color de piel, la etnia, la nacionalidad, la preferencia sexual o el color que tenga en su camiseta, nada nos da el derecho de insultar a otra persona, sea deportista, arbitro, dirigente o fanático como nosotros; Convertir cualquier espacio deportivo en un espacio de conflicto, no es algo más que un acto barbárico y carente de sentido, no es folklore, no es divertido y no tiene nada que ver con lo deportivo.
El deporte intrínsecamente incluye la identidad, por lo que hace fácil que como humanos lo asociemos con aquello que debemos defender o proteger, le agreguemos mensajes políticos, sociales e ideológicos, pero hay que tener claro que el deporte es mucho más que nuestro equipo favorito y que esa persona que para nosotros es un jugador no deja de ser un ser humano y merece respeto; Ojalá cada vez sean menos los partidos que se vean empañados por estos actos, y sean más los comentarios sobre los resultados y no sobre como le llaman a una persona, que sean más los partidos que emocionan y no los que se paralizan por la intervención de los fanáticos, que sea más el deporte que disfrutamos y aprender a disfrutarlo.
Aunque este tema tiene mucho para debatir, me despido no sin antes nuevamente condenar y repudiar todo acto que afecta la moral de un deportista, y preguntándote ¿Como erradicarías esta problemática del deporte?
! [Descargo de responsabilidad] El autor de este post está verificado por Rutablockchain y habilitado para compartir el contenido en la comunidad de Full Deportes.
Las imágenes fueron editadas por mi persona en Adobe Photoshop, a continuación podrán encontrar las fuentes de donde obtuve algunas de las imágenes utilizadas:
1 Ilustración Arbitro 2 Vinicius Jr. 3 Jugadores Abrazados 4 Naomi Osaka 5 Mario Balotelli 🐼
Los españoles son demasiado déspotas, sin ánimos de ofender obviamente pero esto no es nuevo para ellos, se lo hicieron al icono Raúl González Blanco en su momento, decirle de todo a Vinicius no les pesa en lo absoluto, sin embargo esto es buscado, Vinicius es un jugador grosero y burlista, lo que padece es solo una consecuencia de sus acciones, aún así no se justifica pero pienso que es imposible detener a toda una masa de fanáticos unidos contra un jugador.
Buena pregunta pero difícil de responder, los planteamientos que haces son interesantes pero solo las multas les interesan a los organismos competentes, del resto dudo mucho que hagan algo, al final inclusive el racismo es un negocio para ellos.
El racismo siempre va a existir y más en los deportes, donde la mayoría de los jugadores son extranjeros, y a nadie le gusta que alguien de afuera resalte más y la verdad es un triste caso que eso se vea a gran escala, sin embargo, creo que se puede hacer algo para cambiar eso, pero, esto llevará mucho tiempo. Gracias por tocar el tema. Saludos.