La pasión crea pasiones

Aquí en mi país ver completo el último juego de una serie de campeonato de la MLB, en este caso la NLCS, puede ser algo difícil de lograr para mí, comienza a las 21:30 hora local y puede terminar muy tarde, demasiado si pienso que me levanté como todos los días laborables a las 6:00 y al día siguiente debo concurrir a la oficina.

No quería perderme el detalle de las acciones de tan apasionante enfrentamiento donde las serpientes remontaron el enorme escollo de la localía de los Phillies, algo impensado para la mayoría de los que entienden de estas cosas del juego de pelota.

A las 23:00 cuando aún restaba mucho juego por delante, privó la cordura y me fui a acostar. Me dormí rápidamente, pero a la medianoche me desperté de golpe, algo raro en mí, lo primero que hice fue tomar el teléfono y ver si ya se había resuelto el pleito. No, estaban en la parte alta de la novena entrada con el juego 4 a 2 a favor de los DiamonBacks y por un instante se me ocurrió la idea de encender el TV y ver el desenlace, sin embargo, privó la cordura y volví a los brazos de Morfeo.

Esta mañana luego de ver como había terminado me puse a pensar en esto, como puede ser que, siendo un gran admirador del fútbol, con Messi, una selección que no para de crecer y mi equipo favorito remontado una muy difícil parada para no descender, ¿me puedo entusiasmar con un deporte que no está entre los que más me gusta?

Hice un repaso mental, primero el fútbol, luego el golf seguido por el automovilismo, posteriormente la NFL y recién después viene el baseball.

Pese a mis predilecciones, ahí estaba, a las 0:00 viendo en el teléfono como se había resuelto la serie de campeonato. Una locura, solo posible por haberme contagiado ese bichito de las pasiones que son palpables en @fulldeportes, no lo puedo explicar de otra manera.