[ESP/ENG] La F1 para el 2022 entre cambios reglamentarios, calendario y equipos: del cielo al infierno o viceversa. / F1 for 2022 between regulatory changes, calendar and teams: from heaven to hell or vice versa.
Aunque el título del post parezca dramático (o melodramático) la realidad es que esconde los únicos verdaderos cambios significativos que el 2022 presentará en los equipos de Fórmula 1 en lo que se refiere a la constitución del team pilotos como tal.
Y me refiero obviamente a Mercedes y a Williams.
Although the title of the post may seem dramatic (or melodramatic) the reality is that it hides the only real significant changes that 2022 will present to the Formula 1 teams in terms of the constitution of the driver's team as such.
And I am obviously referring to Mercedes and Williams.
Del cielo al infierno. / From heaven to hell.
Sobre la salida de Valtteri Bottas de Mercedes ya me he referido en varias oportunidades destacando como el finlandés, en una actitud tan extraña como incomprensible, tiró a las ortigas (así se dice en mi país cuando se desaprovecha una oportunidad, la ortiga es esa plantita que cuando se toca provoca esa reacción de picazón constante en la piel) su futuro.
Es cierto que es difícil luchar al lado de Lewis Hamilton, por su carácter, por sus eternas ganar de vencer, por su constante inclinanción a mejorarse dia a dia y por una solidez mental extraordinaria que lo han llevado a ser el piloto con más triunfos en la Fórmula 1.
Pero también es cierto que el finlandés puso todo lo que había que poner en el 2021 para que las cosas tomaran un rumbo decididamente cerrado y negativo para su futuro.
Tan cerrado que ningún otro equipo de Fórmula 1 le abrió las puertas. Y condiciones técnicas le sobraban para hacerlo. Anímicas tal vez un poco menos.
Para Bottas el 2022 será un poco como descender a los infiernos, al Infierno de Dante (Alighieri, el extraordinario poeta italiano) en su universalmente elogiada Divina Comedia.
Tenía todo para seguir siendo el número dos del principal equipo de Fórmula 1 (un equipo que a pesar de haber ganado los 8 últimos títulos monopolizando el mercado constructores en forma consecutiva, en todo su historial cuenta con solo 9 campeonatos ganados en el rubro pilotos, 6 con Hamilton, 1 con Rosberg y los dos restantes en las temporadas 1954 y 1955, cuando el equipo se llamaba Daimler-Mercedes AG, con Juan Manual Fangio).
Sin embargo su fastidio, su negativa a aceptar las órdenes del equipo y su escasa predisposición para luchar con el mínimo de entusiasmo a favor del mismo hizo que Mercedes lo despidiera, algo que no es demasiado usual en el equipo alemán. Schumacher y Rosberg por ejemplo se fueron por su cuenta.
De estar siempre dentro del perímetro de las luces de los reflectores a pasar a una zona de sombra donde lo máximo que podrá aspirar en esta temporada será llegar con su monoplaza a la bandera y cuadros y, si las circunstancias se dan, conseguir algún punto en el campeonato, tarea que será bastante ardua.
Todo parece indicar que este será el epílogo en la carrera del finlandés. De un equipo que lucha en las últimas posiciones difícilmente se pasa a uno de punto con ciertos años sobre sus espaldas.
Aunque a veces la suerte tiene extraños designios. Es suficiente preguntarle a Checo Pérez si alguna vez pensó en ser compañero de equipo de un futuro campeón mundial e integrar él mismo un equipo de primer como es Red Bull.
Alfa Romeo (que en sus vértices dirigenciales responde al mismo grupo que Ferrari, y ambos en ese juego de sociedades encastradas unas con otras responden a su vez al grupo Fiat) entró a hacer parte de los equipos de F1 no por derecho propio ni por destacadas condiciones técnicas. De hecho el equipo no estaba mínima preparado para ello. Como tampoco lo está Haas pero compiten una por prestigio y la otra porque tienen los esponsores necesarios para hacerlo. Así de simple.
Desde que Red Bull decidió tener un equipo satélite en F1 con el nombre poco original de Toro Rosso (Toro Rojo) traducción literal -hoy Alpha Tauri- en los firigentes de Maranello estaba prendiendo forma cada vez más hacer algo similar.
El duque Luca de Montezemolo, por años presidente de Ferrai, había dicho en una oportunidad que no entendía como una multinacional de bebidas energética podía mantener dos equipos en Fórmula 1 y Ferrari que había marcado a fuego el nacimiento de la máxima categoría del automobilismo deportivo no podía hacerlo.
La historia, el pasado, a veces enseña y nos demuestre que los éxistos no se debe - generalmente- a la suerte sino a un trabajo previo.
Cuando Red Bull pone su nuevo equipo satélite en pista lo hace adquiriendo uno ya existente, el famoso know how tan de moda en décadas pasadas. Es decir el valor total del equipo (medios mecánicos, personal, tecnlogía adquirida, experiencia) bienes materiales e inmateriales que permiten ofrecer al mercado un producto con un valor agregado. Ese equipo con una tradicción en F1 de varios años se llamaba Minardi, su propietario, jefe mecánico y alma mater era Giancarlo Minardi y tenía la sede en Faenza (y la tiene aún) a pesar del cambio de nombre.
Ferrari en cambio decide poner un equipo substituto nuevo como es Alfa Romeo al cuál le da solo el motor con su nombre, aunque recupera algo de la estructura del equipo Sauber que por años animó las competencias de Fórmula 1. La diferencia con lo que hizo red Bull con Minardi y lo que hace Ferrari con Sauber es que en realidad Alfa Romeo compró solo un paquete parcial del equipo suizo ya que en ningún momento Ferrari le dio a Sauber ni el chasis ni cualquier otro componente electrónica. Y mucho menos en aerodinamia. Por lo tanto, en algunos aspectos, tuvieron que repartir desde cero.
On the departure of Valtteri Bottas from Mercedes I have already referred on several occasions highlighting how the Finn, in an attitude as strange as incomprehensible, threw his future to the nettles (that's what they say in my country when you miss an opportunity, the nettle is that little plant that when you touch it causes that reaction of constant itching on the skin).
It is true that it is difficult to fight alongside Lewis Hamilton, for his character, for his eternal desire to win, for his constant inclination to improve day by day and for an extraordinary mental strength that has led him to be the driver with the most victories in Formula 1.
But it is also true that the Finnish driver put everything he had to put into this 2022 so that things took a decidedly closed and negative course for his future.
So closed that no other Formula 1 team opened its doors to him. And he had plenty of technical conditions to do so. Emotionally, perhaps a little less so.
For Bottas, 2022 will be a bit like descending into hell, into the Inferno of Dante (Alighieri, the extraordinary Italian poet) in his universally praised Divine Comedy.
He had everything to remain the number two of the leading Formula 1 team (a team that despite having won the last 8 titles monopolising the constructors' market in a row, in its entire history has won only 9 championships in the drivers' category, 6 with Hamilton, 1 with Rosberg and the remaining two in the 1954 and 1955 seasons, when the team was called Daimler-Mercedes AG, with Juan Manual Fangio).
However, his annoyance, his refusal to accept team orders and his unwillingness to fight with a minimum of enthusiasm on behalf of the team led Mercedes to sack him, which is not very common for the German team. Schumacher and Rosberg for example left on their own.
From always being within the perimeter of the spotlight, he has gone into the shadows, where the most he can hope for this season is to get his car to the chequered flag and, if the circumstances are right, to score some championship points, which will be a tough task.
Everything seems to indicate that this will be the epilogue of the Finn's career. From a team that struggles in the last positions, it is difficult to go from a team that struggles in the last positions to a team with a certain number of years behind it.
But sometimes luck has strange designs. Just ask Checo Pérez if he ever thought about being teammate of a future world champion and being part of a top team like Red Bull.
Alfa Romeo (which, in its managerial vertexes, answers to the same group as Ferrari, and both in this game of interlocking partnerships answer in turn to the Fiat group) became part of the F1 teams not by its own right nor for outstanding technical conditions. In fact, the team was not even minimally prepared for it. Neither is Haas, but they compete one because of prestige and the other because they have the necessary sponsors to do so. It is as simple as that.
Ever since Red Bull decided to have a satellite team in F1 with the unoriginal name of Toro Rosso (Red Bull) literal translation - today Alpha Tauri - in the Maranello firigents it was taking shape more and more to do something similar.
Duke Luca de Montezemolo, for years president of Ferrari, had once said that he did not understand how a multinational energy drinks company could maintain two teams in Formula 1 and Ferrari, which had marked the birth of the highest category of motor sport, could not do so.
History, the past, sometimes teaches us and shows us that success is not - generally - due to luck but to previous work.
When Red Bull puts its new satellite team on the track, it does so by acquiring an existing one, the famous know-how so fashionable in past decades. That is to say the total value of the team (mechanical means, personnel, acquired technology, experience) material and immaterial assets that allow it to offer the market a product with an added value. This team with a long tradition in F1 was called Minardi, its owner, chief mechanic and alma mater was Giancarlo Minardi and it was based in Faenza (and still is) despite the change of name.
Ferrari instead decided to put a new substitute team as Alfa Romeo to which it gave only the engine with its name, although it recovered some of the structure of the Sauber team that for years animated the Formula 1 competitions. The difference with what Red Bull did with Minardi and what Ferrari is doing with Sauber is that Alfa Romeo actually bought only a partial package from the Swiss team, as Ferrari never gave Sauber the chassis or any other electronic component. Let alone aerodynamics. Therefore, in some respects, they had to split from scratch.
Del infierno al cielo./ From hell to heaven.
Pasar de un equipo casi en bancarrota que durante el 2021 obtuvo el último escalón del podio mirando la tabla de constructores de abajo hacia arriba (antepenúltimo lugar para ser más claros) y con un punto de interrogación sobre su futuro en F1, no es algo que se presenta todos los días. Y George Russell lo sabe.
Tal vez fue un cúmulo de circunstancias positivas lo que rodeó y catapultó al joven piloto británico al mejor equipo (en la actualidad) de Fórmula 1, al más potente y al más sólido.
Uno que llegó a competir en la F1 por méritos propios y no por esponsorizaciones comerciales. Campeón de la GP3 en el año 2017 y de la GP2 en el año 2019 pasó a ser parte de la academia formativa de pilotos de Williams a partir del 2019 y confirmado como piloto del equipo a partir del 2019.
Lo que muchos no recuerdan es que este Russell, ilustre desconocido hasta hasta unos meses atrás y hoy piloto de Mercedes a la par de condiciones con el pluripremiado Hamilton, en realidad ya corrió para Mercedes.
Cuando en el 2020 con Lewis Hamilton ya campeón mundial el británico en la última carrera en el Gran premio de Shakir en el circuito de Manama presenta síntomas de positividad de Covid su substituto fue George Russell que pasó de Williams a Mercedes para cubrir esta emergencia, por una carrera.
Tiene la mala suerte de sufrir la rotura de un pneumático en las primeras vueltas pero a fuerza de tesón y constancia logra remontar hasta la novena posición obteniendo los primeros puntos en toda su carrera y, por si fuera poco, marcando la vuelta más rápida de la carrera. Tal vez su futuro en Mercedes comenzaba ya a inclinarse en el favoritismo de los directores de la casa alemana.
Si esta carrera fue premonitaria para Russell fue definitiva en el futuro de Sergio "Checo" Pérez quien gracias a su triunfo logró capturar la atención de Red Bull y ser asumido para el próximo año por el equipo austríaco.
To go from a near-bankrupt team that for 2021 was on the bottom step of the podium looking down the constructors' table from bottom to top (second to last to be clear) and with a question mark over its future in F1, it's not something that comes along every day. And George Russell knows it.
Perhaps it was an accumulation of positive circumstances that surrounded and catapulted the young British driver to the (currently) best, strongest and most solid team in Formula 1.
One that came to race in F1 on its own merits and not because of commercial sponsorship. GP3 champion in 2017 and GP2 champion in 2019 he became part of the Williams driver training academy from 2019 and confirmed as a driver for the team from 2019.
What many do not remember is that this Russell, illustrious unknown until a few months ago and now a Mercedes driver on a par with the multi-award winning Hamilton, actually raced for Mercedes.
When in 2020, with Lewis Hamilton already world champion, the Briton in the last race at the Shakir Grand Prix at the Manama circuit showed signs of Covid's positive symptoms, his replacement was George Russell, who moved from Williams to Mercedes to cover this emergency, for one race.
He was unlucky enough to suffer a tyre failure in the first few laps, but by dint of tenacity and perseverance he managed to climb up to ninth place, scoring the first points of his career and, to top it all, setting the fastest lap of the race. Perhaps his future at Mercedes was already beginning to tilt in the favour of the German management.
If this race was premonitory for Russell, it was definitive in the future of Sergio "Checo" Perez, who thanks to his victory managed to capture the attention of Red Bull and be taken on for next year by the Austrian team.
Los restantes cambios y equipos. / The remaining changes and teams.
Los cambios más trascendentes han sido, como ya dicho, en un equipo de punta -Mercedes- y en un equipo de cola -Williams- el único constructor puro de una Fórmula 1 en la cuál las casas automovilísticas están, de a poco, tomando el control de la situación y que también, desgraciadamente, esté marcando su actualidad deportiva y su dudosa permanencia en las futuras temporadas.
Frank Williams desde su silla de ruedas siempre presente en todas las carreras de F1, supervisando cada aspecto del equipo, parece ya ser un lejano recuerdo.
El reemplazante de george Russel en su equipo será Alexander Albon, el thailandés con pasaporte británico nacido en Londres, que vuelve a la Fórmula 1 tras una temporada como piloto reserva y encargado principal de los testeos en Red Bull Racing.
Mientras que Alfa Romeo renueva completamente su team pilotos. Al ya citado Bottas se agrega el chino Guanyu Zhou cedido por Alpine.
Los restantes equipos conservan sus pilotos, incluyendo a Haas que sólo a último momento confirmó a Mazepin y Schumacher como sus pilotos para el 2022.
Tal vez la pulseada para llegar a Mercedes entre Lando Norris (el principal candidado) y George Russell el elegido definitivamente se inclinó a favor de éste último por su experiencia positiva cuando substituyó a Hamilton en Shakir. hecho está que ambos son excelentes pilotos y lo han demostrado en la temporada pasada donde Norris gracias a una McLaren competitiva pudo ocupar durante gran parte del campeonato el tercer lugar en el podio de pilotos y que debió declinar en las carreras finales. Incluso -en su momento- se llegó a pensar en un cambio, en un enroque con Mercedes con los pilotos Bottas-Norris.
Lo de Russel con un monoposto en inferiores condiciones técnicas se debió limitar a sacarle el mayor provecho posible. Y lo hizo con creces.
Ferrari confirma sus dos pilotos con la misma estrategia que el equipo ha adoptado en la era post-Schumacher: tanto Leclerc como Sainz podrán luchar en igualdad de condiciones. Hasta ahora no le ha dado demasiados resultados. Ni a nivel de equipo ni a nivel de pilotos. Veremos el 2022.
En McLaren, un Ricciardo hacia el final de su carrera logra su reconfirmación para el 2022 lo que suena tanto a un verdadero triunfo. Lo suyo será este año apoyar más que n unca a su compañero de equipo Norris y a tratar de sacar la mayor cantidad de puntos posibles para McLaren.
Alpha Tauri continúa dándole confianza a Yuki Tsunoda a pesar de no haber obtenido grandes resultados. El cambio el buen año de Pierre Gasly puede catapultarlo a la butaca de Sergio Pérez si mexicano no termina de convencer en esta temporada.
Aston Martin más preocupada en la publicidad de su marca comercial que de obtener resultados decorosos sigue confirmando un Sebastian Vettel que, en el ocaso de su carrera, ha perdido todo el brillo que tenía años atrás. Ireconocible el ex-piloto de Red Bull. Aunque la monoposto también cuenta y mucho, como en este caso. Lance Stroll también confirmado alternó durante el 2022 buenas y malas. Y por ahora sigue.
Latifi -que generó el absurdo accidente en la última carrera del 2021 a pocas vueltas del final- permitiendo el ingreso de la safety car y el triunfo de Verstappen parece seguir compitiendo a fuerza de dólares y no de capcidad (su padre es el financiador que permite tener en vida a Williams un año más).
Algunos pilotos podrán sumar experiencia en sus respectivos equipos. Otros deberán adaptarse. En un campeonato largo y extenuante todo parece indicar que la lucha por los primeros puestos no cambiará demasiado. es demasiada la diferencia entre unos y otros.
Es de esperar que las modificacaiones introducidas al reglamento y de las cuáles les hablén en este post:
La F1 para el 2022 entre cambios reglamentarios, calendario y equipos: test más largos y un calendario extenso. |
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tengan un resultado positivo.
Mientras esperamos que comiencen a "rugir" los motores preparémosnos por las presentaciones oficiales que comenzarán en pleno invierno europeo, en el mes de febrero.
The most important changes have been, as already mentioned, in a leading team - Mercedes - and in a trailing team - Williams - the only pure constructor of a Formula 1 in which the car manufacturers are, little by little, taking control of the situation and which also, unfortunately, is marking its sporting present and its doubtful permanence in the future seasons.
Frank Williams from his wheelchair always present at every F1 race, overseeing every aspect of the team, seems to be a distant memory.
George Russel's replacement in his team will be Alexander Albon, the London-born Thai with British passport, who returns to Formula 1 after a season as reserve driver and main test driver at Red Bull Racing.
Meanwhile, Alfa Romeo is completely renewing its driver line-up. In addition to the aforementioned Bottas, the Chinese Guanyu Zhou is on loan from Alpine.
The remaining teams have retained their drivers, including Haas, which only confirmed Mazepin and Schumacher as its drivers for 2022 at the last minute.
Perhaps the battle for Mercedes between Lando Norris (the main candidate) and George Russell was definitely tipped in favour of the latter because of his positive experience when he replaced Hamilton at Shakir. The fact is that both are excellent drivers and have proven it in the last season where Norris thanks to a competitive McLaren was able to occupy for much of the championship third place on the drivers' podium and had to decline in the final races. At the time, there was even talk of a switch to Mercedes with the Bottas-Norris drivers.
Russel, with a single-seater in inferior technical conditions, had to make the most of it. And he did so with flying colours.
Ferrari confirms its two drivers with the same strategy that the team has adopted in the post-Schumacher era: both Leclerc and Sainz will be able to fight on equal terms. So far, it has not yielded too many results. Neither at team level nor at driver level. We'll see in 2022.
At McLaren, a Ricciardo towards the end of his career is reconfirmed for 2022, which sounds like a real triumph. His job this year will be to support his teammate Norris more than ever and to try to score as many points as possible for McLaren.
Alpha Tauri continues to give Yuki Tsunoda confidence despite the lack of great results. Pierre Gasly's good year could catapult him into Sergio Perez's seat if the Mexican is not convincing this season.
Aston Martin, more concerned with advertising its brand than with obtaining decent results, continues to confirm a Sebastian Vettel who, in the twilight of his career, has lost all the shine he had years ago. The former Red Bull driver is unrecognisable. Although the single-seater also counts for a lot, as in this case. Lance Stroll, too, has alternated good and bad during 2022. And so far he continues.
Latifi - who caused the absurd accident in the last race of 2021 a few laps from the end - allowing the entry of the safety car and the triumph of Verstappen seems to continue to compete by dint of dollars and not of skill (his father is the financier who allows Williams to stay alive for another year).
Some drivers will be able to gain experience in their respective teams. Others will have to adapt. In a long and gruelling championship, it seems that the fight for the top positions will not change too much.
It is to be hoped that the changes made to the regulations, which I will talk about in this post, will have a positive result:
F1 for 2022 amidst changes to regulations, calendar and teams: deflectors are back with new wheels and spoilers. |
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will have a positive result.
While we wait for the engines to start "roaring", let's get ready for the official presentations that will start in the middle of the European winter, in February.
Traducción efectuada con DeepL Translator. / Translation made with DeepL Translator.
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