Si no fuera porque los DiamondBacks de Arizona se encuentran a 2 juegos y medio de un cupo a la postemporada, quizás habría dejado pasar ésta nota. Al final no deja de ser paradójico el título de la publicación vistas las altas temperaturas del desierto en Arizona, lugar donde está emplazada la sede de los DiamondBacks. Pero reseñar una derrota para solo destacar la parte humana de un protagonista, no deja de ser algo atractivo para el lector. Dicho esto, el novato abridor venezolano Yilber Díaz, ya tiene a sus 23 años, algo épico para contar a sus nietos cuando los tenga.

     Apurados por la situación de las lesiones en su rotación abridora, los Backs revisaron las granjas del equipo en búsqueda de un abridor ocasional. Aunque el abridor Eduardo Rodríguez está haciendo aperturas de rehabilitación en triple "A", necesitaban un abridor que estuviera listo para el juego del lunes por la noche ante los poderosos Bravos de Atlanta. Se decantaron por Yilber y lo subieron al equipo grande. El muchacho jamás había tirado una pelota en las mayores y tampoco tuvo oportunidades en la liga de béisbol venezolana, toda vez que no fue firmado en sus 16 por ningún equipo.

       If it weren't for the fact that the Arizona Diamondbacks are 2 and a half games away from a postseason berth, I might have passed on this post. In the end, the title of the entry is ironic with the high temperatures of the Arizona desert, where the Diamondbacks are located. But highlighting a defeat in order to highlight the human side of a protagonist is still somewhat attractive to the reader. That said, the Venezuelan rookie starter Yilber Diaz, at 23 years old, already has something epic to tell his grandchildren when he has them.

       Rushed by the injury situation in their starting rotation, the Backs scoured the team's bullpen in search of an occasional starter. Although starter Eduardo Rodriguez is making rehab openings in Triple-A, they needed a starter who would be ready for Monday night's game against the powerful Atlanta Braves. They went with Yilber and brought him up to the big team. The youngster had never thrown a ball in the majors and never had a chance in the Venezuelan baseball league either, as he was not signed in his 16's by any team.

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       Desencantado del béisbol, colgó los spikes y emigró a Perú, donde entre otras cosas para sobrevivir, fue heladero. A los dieciocho decidió darse otra oportunidad y viajó a un try-out en República Dominicana. Tampoco le firmaron, corría 2020 y la pandemia cerró los aeropuertos del país. Atrapado, siguió trabajando para ganar masa muscular y cuando los campos volvieron abrirse, se presentó de nuevo. Ésta vez, los Backs le dieron un cheque por US$ 10.000 y lo enviaron a la liga de novatos.

     Comenzó su ascenso por las diferentes ligas y la historia culmina con el llamado de éste lunes. Pero él estaba resuelto a no ser un abridor del montón. No, señor. Había pasado por demasiadas cosas y no desaprovecharía la oportunidad. Ojalá mi amado lector le hubiese visto lanzar. Desde curvas a 83 MPH que hacían un arco perfecto hasta píldoras de 98 MPH que dejaban fríos los bates de la peligrosa alineación de los Bravos. Todo un concierto de lanzamientos donde la belleza del oficio, fue expuesta en toda su dimensión.

ENGLISH VERSION (click here!)

      Disenchanted with baseball, he hung up his spikes and emigrated to Peru, where, among other things, he worked as an ice cream man. At eighteen he decided to give himself another chance and traveled to a try-out in the Dominican Republic. He didn't get signed either, it was 2020 and the pandemic closed the country's airports. Trapped, he kept working to gain muscle mass and when the fields opened up again, he tried out again. This time, the Backs cut him a check for $10,000 and sent him to rookie league.

       His rise through the leagues began, and the story culminates with Monday's call-up. But he was determined not to be just another starter. No, sir. He had been through too much and would not squander the opportunity. I wish my beloved reader had seen him pitch. From 83 MPH curves that made a perfect arc to 98 MPH pills that left the bats of the dangerous Braves lineup cold. A whole concert of pitches where the beauty of the craft was on full display.

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      Durantes seis innings maniató a la toletería de Atlanta. Sólo permitió un cuadrangular solitario a Austin Riley, espació otros 3 imparables, una limpia, un boleto y ponchó a cinco contrarios. Dejó el partido ganando 3 a 1, pero sus compañeros del relevo no fueron capaces de mantener la victoria y se fue sin decisión. Al final, los Bravos remontaron y ganaron el juego 5 a 4, pero su salida de calidad quedó registrada como el debut en Grandes Ligas, de alguien que nunca se rindió y trabajó duro para hacerse con el sueño americano.

      ¿Se quedará arriba luego de la demostración realizada? No sabemos lo que piensa la gerencia, ni el cuerpo técnico de los D-Backs, pero si estuviera en la piel de ellos, le daría otra oportunidad. Después de todo, nadie sobra en una rotación que ha tenido tantos problemas a lo largo de la temporada. Es verdad, están muy lejos de los Dodgers de Los Ángeles, pero solo a dos juegos y medio de los Padres de San Diego, quienes ostentan el tercer comodín. Así las cosas ¿Cree mi estimado lector que los chicos de desierto debieran dejar a Yilber, seguir enviando pitcheos fríos a la goma?

ENGLISH VERSION (click here!)

        For six innings, he held Atlanta's pitching staff in check. He allowed only a solo home run to Austin Riley, gave up 3 other hits, one clean, one walk and struck out five. He left the game leading 3-1, but his fellow relievers were unable to hold on for the win and he left with a no decision. In the end, the Braves came back and won the game 5-4, but his quality outing was recorded as the Major League debut of someone who never gave up and worked hard to achieve the American dream.

      Will he stay on Majors after his performance? We don't know what management or the D-Backs coaching staff thinks, but if I were in their shoes, I'd give him another chance. After all, no one is surplus to requirements in a rotation that has had so many problems throughout the season. True, they are far behind the Los Angeles Dodgers, but only two and a half games behind the San Diego Padres, who hold the third wild card. So, do you think, my dear reader, that the desert boys should let Yilber keep sending cold pitches to the rubber?

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     ¡Gracias por leer..! // Thank you for read..!

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_{Las estadísticas usadas son extraídas del sitio de la MLB // The statistics used are extracted from MLB site.
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