Todavía odian a Luis Arráez en Chicago por aquello. El tiempo y las circunstancias quisieron que ambos se encontraran de nuevo dentro de los Padres de San Diego. Ambos tienen menos de cinco meses en el equipo y la llegada de los dos ha revitalizado la carrera por el comodín de la división. Unos días atrás, ambos se consiguieron en el ascensor y el tema del no hit-no run salió a relucir: "Puedes lograrlo" declaró Arraéz le había dicho a Dylan ¿La razón? En los últimos dos juegos lanzados por Cease, el hombre había permitido un solo hit en cada ocasión, así que el talento está allí ¡Por Dios, eso es estar demasiado cerca sin poder hacerlo!

     Ayer en la tarde, Dylan Cease lo logró finalmente. Tres bases por bolas le separaron del juego perfecto. Y sólo dos pestañeos del segunda base Xander Bogaerts pusieron en peligro la hazaña: en el quinto episodio la pelota se le cayó del guante cuando fildeaba hacia atrás un elevado, con la buena suerte de que el jardinero central venía corriendo hacia adelante y capturó la pelota cuando se dirigía al piso. En el octavo episodio Xander fildeó una fuerte rolata que iba al jardín derecho y en el giro para tirar a primera perdió momentáneamente la pelota en el aire, para finalmente capturarla y lanzar al primera base. Fue el out que le dio más dramatismo a la hazaña.

      They still hate Luis Arráez in Chicago for that. Time and circumstance would have it that the two found each other again within the San Diego Padres. Both have less than five months with the team and the arrival of the two has revitalized the race for the division wild card. A few days ago, the two got on the elevator and the no-hit-no-run theme came up: “You can do it,” stated Arraéz had told Dylan. In the last two games pitched by Cease, the man had allowed just one hit each time, so the talent is there For God's sake, that's too close without being able to do it!

       Yesterday afternoon, Dylan Cease finally got it done. Three bases on balls separated him from a perfect game. And only two blinks of an eye by second baseman Xander Bogaerts jeopardized the feat: in the fifth episode the ball fell out of his glove when he was back-fielding a fly ball, with the good fortune that the center fielder came running forward and caught the ball as he was heading to the ground. In the eighth inning Xander fielded a hard grounder to right field and on the turn to throw to first he momentarily lost the ball in the air, finally catching it and throwing to first base. It was the out that gave more drama to the feat.

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      Ahora ¿Por qué afirmamos justicia poética? Simple, por dos razones. La primera, porque justamente se encontraba otro venezolano en la alineación de los Nationals que pudo haber acabado nuevamente con la hazaña de Dylan; el inicialista Juan Yépez a la sazón, tenía una seguidilla de 16 juegos bateando de hit, desde que fue llamado al equipo grande para debutar con los Nationals. Dylan pudo dominarlo en el séptimo episodio con hombre en base para evitar un desastre parecido al de hace dos años. La segunda razón, porque al caer el último out, Arráez le pidió la pelota al jardinero central quien la había atrapado para finalizar el juego y fue al montículo a entregársela a Dylan. No había hombre en ese estadio más orgulloso que Arráez por la gesta (bueno, quizás exagero un poco).

      Con el performance de Dylan, los Padres de San Diego quizás hayan obtenido un momento "bisagra" que tanto les viene bien ahora ¿La razón? Se distanciaron a un juego de ventaja de sus más inmediatos perseguidores D-Backs de Arizona y sacaron medio juego de ventaja en el tercer comodín de la liga Nacional a los Cardenales de San Luis, en la dura pelea que mantienen por la posición. Ahora mismo, los Padres son el equipo con la mejor racha desde el juego de las Estrellas, ganando sus últimos cinco desafíos en fila. Y eso, señores, es justicia poética.

ENGLISH VERSION (click here!)

        Now, why do we claim poetic justice? Simple, for two reasons. First, because there was another Venezuelan in the Nationals lineup who could have ended Dylan's feat once again; starter Juan Yépez had a 16-game hitting streak since he was called up to the big team to make his debut with the Nationals. Dylan was able to dominate him in the seventh inning with a man on base to avoid a disaster similar to that of two years ago. The second reason, because when the last out fell, Arráez asked for the ball from the center fielder who had caught it to end the game and went to the mound to hand it to Dylan. There was no man in that stadium prouder than Arráez for the feat (well, maybe I exaggerate a little).

      With Dylan's performance, the San Diego Padres may have gained a “hinge” moment that comes in handy right now. They moved a game ahead of their closest challengers, the Arizona D-Backs, and took a half-game lead in the National League's third wild card from the St. Louis Cardinals in the tough battle for the position. Right now, the Padres are the team with the best streak since the All-Star game, winning their last five in a row. And that, gentlemen, is poetic justice.

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     ¡Gracias por leer..! // Thank you for read..!

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_{Las estadísticas usadas son extraídas del sitio de la MLB // The statistics used are extracted from MLB site.
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