Este pasado domingo 21 de julio dieron inicio a la gran final de la pelota cubana, entre los equipos Vegueros de Pinar del Río vs. Leñadores de Las Tunas. El escenario fue el estadio Capitán San Luis, desde donde el espectáculo del pasatiempo nacional brilló con sus mejores galas. Nuevamente, la afición beisbolera de la más occidental de las provincias cubanas invadió con todo su espíritu deportivo cada espacio de la instalación deportiva. Hubo, como de costumbre, un marcado predominio del color verde identitario de su equipo, entre las vestimentas lucidas por la multitud. Los que fueron a disfrutar del juego de pelota, avivando la pasión por el deporte de las bolas y los bates.

Mucho antes del comienzo de dicho desenlace, entre estas dos nóminas finalistas, me mantuve bastante escéptico ante este pareo. El caso es que, aunque no pocos, se han dejado llevar por el espíritu victorioso, de toda la efervescencia que ofrece el espectáculo de la pelota. Como esta que han mostrado los que, desde el inicio de la campaña beisbolera, de la 63 Serie Nacional de Béisbol, han quedado como el mejor equipo en cuanto a victorias. A pesar de todo, me invade la duda, de si esto es todo para este sueño verde esperanza, o si solo es parte del camino, ese donde se funden cimientos de los grandes que un día se convierten en leyendas.

La realidad es que, mejor equipo de la temporada o no, los rivales finalistas, Leñadores de las Tunas, son un hueso duro de roer para los pativerdes, en sus aspiraciones de regresar al trono de los grandes del béisbol cubano. Las Tunas vienen de probar lo que es ganar un campeonato de series nacionales, a las claras han dejado bien claro que ese fuego aún no se extingue. Lograron llegar a las finales pasando por encima de equipos de una fuerte historia en la pelota cubana, mostrando sus intenciones de repetir de manera consecutiva su corona exponente.

Un equipo que cuenta con una poderosa ofensiva como su principal arma, la que ha sido un fuerte dolor de cabeza para todos los equipos que le dieron batalla. Este campeonato no ha sido particularmente en donde mejor se ha visto el picheo por equipo; por tanto, la ofensiva es la que lleva la delantera con un predominio del bate. Y no fue entonces para nada una sorpresa ver como Vegueros de Pinar del Río, en su primera salida de esta final, quedaban diezmados al no poder contener la furia tunera de sus maderos. Que desde la primera entrada explotaron el picheo abridor pinareño, quienes fueron derrotados con marcador de nueve carreras por una.

Las Tunas se encomendaron a sus mejores hombres ofensivos, como Roberto Baldoquín, Rafael Viñales y los hermanos Yosvani y Yordanis Alarcón. Mostrándose como equipo en una excelente forma en el terreno, y que al decir del mentor de los Leñadores, Abeyci Pantoja, "cuando el equipo batea, todo sale bien". Fueron en total 15 indiscutibles los que afianzaron su victoria, donde desde el primer capítulo colocaron en el pizarrón tres carreras que hubieran pesado lo suficiente como llevarse la victoria. Le sigue costando mucho mostrarse en una buena salida en la lomita al lanzador Mario Valle, necesaria para los Vegueros de Pinar del Río, quien solamente pudo sacar dos auts.

Mientras que el zurdo Eliander Bravo, fue utilizado como abridor por los Leñadores para este primer juego de final, se mantuvo trabajando durante 6 episodios en los que solo permitió a la ofensiva veguera cuatro indiscutibles. Vino a su relevo Rodolfo Díaz, quien se apunta a su salvamento número 13 trabajando sólidamente durante apenas tres capítulos y que a su vez le diera la séptima victoria para el abridor Bravo. Por su parte, los indómitos no mostraron sus mejores cartas de picheo para este primer encuentro en su propio patio, aunque es una decisión lo bastante fuerte e irrelevante, como lanzarle a los que simplemente se encuentran en un momento "fuera de ligas".

Tampoco la ofensiva pinareña pudo contar con toda la fuerza de sus sluggers Alexei Ramírez, William Saavedra y Yaser Julio González. De quienes se pudiera decir que, una vez llegado a los Play Off de esta Serie Nacional, cambiaron totalmente su rendimiento ofensivo. A penas dieron un jonrón en semifinales, pesa bastante que sus principales bateadores de fuerza no estén produciendo carreras para el equipo. Aunque hay que destacar como la tanda baja en el orden al bate, se ha mantenido dando su paso al frente para amortiguar el golpe, en una balanza que se ha mostrado desnivelada.

Mi corazón está con los Vegueros de Pinar del Río, siempre será de esta manera, por lo que una derrota no es motivo para rendirse. Confío que nuestros muchachos sabrán sobreponerse ante el reto actual que se les presenta, en el camino donde el coronarse como campeón de la 63 Serie Nacional de Béisbol, conlleva enfrentarse a una robusta e inspirada batería de los Leñadores. Para este martes en el estadio Capitán San Luis, donde se efectuará el segundo encuentro de esta final entre pativerdes y tuneros, el abridor por los locales será el zurdo Branlins Rodríguez, quien se enfrenta a su igual Yunier Zamora en la lomita.

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