En esta oportunidad quisiera estar escribiendo y relatando una de nuestras aventuras en dos ruedas, pero lamentablemente no será así; hoy escribo sobre uno de los pilares que sirvió de base para crear un grupo de personas que se comprometieron consigo mismas a compartir la alegría, compañerismo, esfuerzo, voluntad, superación, pero, nos conseguimos también con: competencia, limitaciones, luchas de poder y todo lo demás implícito en las relaciones humanas.

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Para quienes han leído nuestras historias, saben que el inicio fue al comienzo de la pandemia, mayo del año 2020 y fue la alternativa que vimos en ese momento para salir del encierro y liberar el estrés producto de tanta informacion atemorizante sobre el virus que se propagaba por todo el mundo.

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Nunca nos imaginamos el alcance que tendría nuestra decisión y es aquí donde toma relevancia el papel, de quien hoy le rendimos homenaje: MARIVIN; así la conocían los ciclistas y sus allegados, yo la llamaba Mari. El primer día lo recuerdo nítidamente cuando vino a buscarme para dar una vuelta: un viernes a las 4 de la tarde, junto a su hermano Lorenzo (ciclista experimentado) por la ciudad.

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En lo particular iba emocionada, era la segunda vez que salía de la urbanización para encontrarme con el tráfico mermado porque las autoridades tenían restringido el flujo vehicular, no estaba claro el tema de los ciclistas hasta que, empezaron a colocar alcabalas móviles para cazarlos y llevarlos a comisarías para recibir una charla, pero ese día tuvimos suerte y regresamos a casa sin contratiempo.

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Para ese momento, yo tenía en una bici rin 24, era pequeña para mi, pero rodaba bien y me fui adaptando, Mari tenia una rin 26, fuimos agarrando confianza y recorriendo más distancias, un día, ya de regreso bajando por una de las avenidas de la ciudad, nos interceptó una patrulla con policías, nos rodearon, estábamos asustadas, nos amenazaron con llevarnos detenidas junto a nuestras bicis al ministerio público si seguíamos saliendo.

Ya conocíamos historias de ciclistas que habían vivido una mala experiencia, pero a pesar de la situación, nada ni nadie nos haría desistir de recorrer las calles y alegrarnos un poco, en otra ocasión regresando nos encontramos otra alcabala, nos miramos y aceleramos el pedal pasando por el lado a los uniformados a toda velocidad, saludando y fingiendo demencia; más adelante, con la adrenalina a millón, nos paramos para reírnos como niños cuando hacen travesuras.

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Y así, cada día inventábamos rutas nuevas, improvisadamente fuimos invitando a quienes veíamos a nuestro paso a rodar con nosotras, lo más curioso es que sin conocernos las personas se unían, conseguimos una ruta de tierra que llevaba a un riachuelo, teníamos que pasar un tramo pantanoso, algunas subidas no tan fuertes y cruzar un manantial, llegábamos con las bicis llenas de barro al igual que nosotras.

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En ese entonces, ya se encontraban pedaleando muchas personas por la ciudad; un día, ya de regreso vimos dos chicas estacionadas en la redoma del toro, le dije a Mari, vamos a conocerlas, ella me miro tímidamente y me dijo: vamos! al acercarnos se dio cuenta que se conocían desde hace tiempo, se trataba de Nella y Angela, ese día acordamos ponernos de acuerdo para salir a rodar juntas.

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Ellas, tenían un grupo llamado "Mamasitas ciclistas" estaban más organizadas, ya diseñando un maillot que las identificara, en ese encuentro Mari se dio cuenta que conocía a la mayoría de las integrantes, abrió un grupo de WhatsApp y nace la propuesta de colocarle un nombre, a votación de la mayoría nace: "Aventurerasbike" y procede a la apertura de la cuenta en Instagram con este nombre.

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La mayoría de las chicas practicaban otros deportes, a veces no podíamos rodar juntas porque no coincidíamos, la regla que imperó desde el primer momento, fue: no se incluirían caballeros en este grupo, motivo por el cual, creamos un grupo aparte donde se incluyeron, su nombre: Biciaventuras, en un primer momento llegó a tener aproximadamente 80 participantes, pero con el pasar de los días se diluyó el objetivo y Marivin se encargó de depurarlo.

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La práctica diaria de este deporte nos fue dando condiciones físicas que fuimos aprovechando a medida que superabamos distancias y recorridos exigente, Maracay, nuestra ciudad, está rodeada de carreteras de montaña que conducen a destinos paradisíacos, no nos imaginamos que pronto estaríamos llegando a esos sitios en bici, cada día era una aventura cargada de cansancio y satisfacción, lo mejor de todo era que, en cada salida nos superabamos a nosotras mismas.

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Para ese entonces, Marivin tenía una condición médica que le generaba dolores musculares y articulares que la afectaba considerablemente, pero ella a pesar de las circunstancias estaba presta a compartir las aventuras, los analgésicos se lo permitían temporalmente, para ella era difícil enfrentarse a su situación de salud porque la limitaba en lo que le apasionaba, emocionalmente le afectaba.

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En una oportunidad me dijo que no quería rodar con mi persona porque sentía que me retrasaba, a lo cual respondí: practico este deporte porque me da alegría, no por competencia, prefiero disfrutar y compartir que andar en una carrera loca (admito que a veces si lo hacia), el acuerdo que establecimos fue que, siempre estaríamos esperando adelante a quien se quedara en la retaguardia.

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Así pasó un año y medio, entre aventuras, adrenalina por los policías, conociendo personas, desbloqueando niveles, compartiendo, enfrentando pérdidas familiares, trabajando, en fin haciendo nuestros quehaceres de la mano con nuestra práctica deportiva, esta posibilidad se abrió como una puerta gigante que nos permitió tener un manejo emocional adecuado ante la realidad que iba cambiando al mundo.

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El estado de salud de Marivin se iba agudizando al igual que los dolores, los cuales la limitaban, su voluntad era férrea, a pesar de su situación, seguía trabajando, era médico traumatólogo, salía en bici, practicaba Beach tenis, tenis de mesa, todo le apasionaba y por eso no desistía, pero el costo emocional era alto ante la incapacidad de rendir como ella acostumbraba.

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Desde mayo del 2020 hasta Diciembre del 2021, fue un cúmulo de vivencias, experiencia, aventuras, que sumaron a su vida, cada día era más difícil la práctica deportiva, su salud se iba deteriorando muy rápido, hasta el día 23 de enero del 2022 ameritó ser hospitalizada por problemas cardíacos y pulmonares, nunca pasó por nuestras mentes que pasaría lo inevitable.

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El dia 25 de Enero 2022 a eso de las 10 de la noche falleció nuestra amiga, la noticia nos dejo devastadas porque nos negábamos a pensar que esto podría pasar, este acontecimiento, corrió como pólvora en todas los espacios donde Marivin se desenvolvió, los diferentes teams expresaron sus condolencias y se inició el protocolo para despedirla con los honores que merecía una ciclista.

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Y así, con la tristeza embargando nuestros corazones, las aventureras: Yvonne, Anahys, Claudia, Eliza, Sheryl, Yamira, Nella, Angela, Gaby y yo celebramos su vida y lloramos su partida, al igual que muchos compañeros, fue un honor compartir con alguien que dejo un legado de unión entre los que quedamos para continuar con más aventuras.

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Agradecimiento a todas los compañeros que se unieron para despedirla, al temple de Yvonne para leer el "Adiós de las aventureras" y a la organización en el cementerio; nos queda la reflexión de lo efímero de la vida, ya no está con nosotros pero si dentro de nosotros, te recordaremos con tu sonrisa en cada paseo porque aún tenemos kilómetros para sumar y niveles por desbloquear.

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El adiós de las aventureras:

"Querida amiga y compañera Marivin, nos despedimos de tu presencia física porque ya estas en nuestros corazones ocupando el sitial que le corresponde a las personas con almas grandes que pasaron por este plano dejando un legado de unión, alegría y servicio.

Nuestro consuelo, es el recuerdo de los momentos compartidos, de tu sonrisa y picardía cuando bajabas y pasabas por nuestro lado diciéndonos: ¡Las veo lentas!, soltando una carcajada.

La aventura se convirtió en nuestro credo, los retos nos fueron acercando a nosotras mismas, a conocer de que estamos hechas, a superar limitaciones y desbloquear niveles en poco tiempo.

La vida nos regaló la oportunidad de vivir intensamente en la emoción y regocijo de compartir la pasión por el ciclismo, deporte y compañerismo.

Nos enseñaste a continuar a pesar de las circunstancias, que si estábamos muy cansadas para pedalear, podíamos caminar, que el esfuerzo valía la pena para tomar chocolate, que la lluvia era una caricia cuando nos alcanzaba, que tu conocimiento estaba al servicio de quien necesitaba, que fuiste inspiración para muchos.

Hasta hoy pedaleaste con nosotras, la encrucijada de la vida te llevo por otro camino, donde nos imaginamos que vas parada en tu bicicleta, con los brazos extendidos, tus ojos cerrados, una sonrisa en tu rostro dejando que la brisa te acaricie, confiada y serena porque ahora tus compañeros son los ángeles".

Adiós amiga.

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Todas las imágenes son propiedad de @aventurerasbike.