Este proceso inició en la mañana, a partir de las 6:00 AM, tras llevar a cabo un breve calentamiento para prevenir lesiones o tensiones musculares. Realizamos una breve pausa en la plaza habitual para nuestras sesiones de entrenamiento, donde procedimos a realizar estiramientos. Una vez finalizados, dimos inicio al recorrido, realizando paradas en puntos estratégicos a lo largo del camino. Para recuperar el aliento y continuar con nuestro recorrido, después de aproximadamente 40 minutos de trote, logramos llegar a nuestro destino, donde tuvimos la oportunidad de tomar hermosas fotografías del faro. Posteriormente, emprendimos el camino de regreso a pie, que, curiosamente, se nos hizo más extenso. Me hizo sonreír reflexionar sobre cómo, en ocasiones, el trayecto de ida parece siempre más largo que el de vuelta, en nuestro caso, fue todo lo contrario 😂jajajajaja😂. Sin embargo, al final logramos completarlo y compartir una experiencia muy positiva. Estamos planeando repetirlo en varias ocasiones en el futuro e incluso incorporarlo a nuestra rutina semanal. El tiempo dirá si lo llevamos a cabo con más frecuencia; podría ser que más personas se sumen y así la experiencia sea aún mejor.

Trotar